Taíno myth "The Creation" in English Los indigenas que habitaban Puerto Rico al tiempo del primer viaje de Cristobal Colón se llamaban taínos. Los taínos eran una gente muy amigable pero 50 años despues de haber llegado a Puerto Rico, los primeros españoles habían desparecido casi por completo. Los taínos fueron explotados cruelmente por los españoles y en los años siguientes vieron la asimilación total de la población indígena.
Los taínos vivían en aldeas llamadas yucayeques y por la trabaja principal de los taínos era la agricultura, cada aldea estaba rodeado de sus campos donde se cultivaban el maíz, el tobaco y el algodón.
un mapa donde los taínos viven antes de Colón (discoverpr.com)
Los taínos tambíen creían en un gran espíritu protector, Yacajú. Aquí está (en ingles y en español) un mito de la creación de los taínos:
(El Cuento es de un libro se llama "Historias de Puerto Rico" )
Una recreación de una aldea de los Taínos |
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Se llama "yucayeques" |
La Creación
En el principio, Atabei creó el cielo, la tierra y los otros cuerpos celestes. Atabei siempre había existido. Atabei era la madre original. Atabei era la gran fuerza creadora. Pero no había vida. No había luz. Todo estaba como en un profundo sueño. Y durante mucho tiempo todo continuó así. Pero Atabei por fin se dio cuenta de que algo faltaba. Y tuvo dos hijos que formó de elementos mágicos e invisibles del espacio. Los dos hijos se llamaron Yucajú y Guacar. Y Yucajú se preocupó porque no había luz ni vida en la creación. Atabei estaba contenta porque Yucajú podía ahora terminar su obra. Y Yucajú creó el sol y la luna para alumbrar la tierra. Tomó piedras preciosas de la tierra y las puso en el cielo. Y estas piedras ayudaron a la luna a alumbrar de noche. La tierra fue fértil y en ella crecieron plantas y árboles. Yucajú creó entonces aniamles y pájaros para vivir entre las plantas y los árboles. Entonces Yucajú decidió crear algo nuevo, algo diferente, algo entre un animal y un dios. Y así formó el primer hombre y la primera alma. Y llamó al primer hombre Locuo. Locuo se sentió contento en la tierra, feliz entre tanta belleza. Y se arrodilló para dar gracias a Yucajú. Guacar vio con envidia toda la obra de su hermano. Se fue a un lugar oculto y durnate un tiempo no hizo nada. Pero no pudo sportar la envidia y empezó a hacerle daños a la obra de Yucajú. Y cambió de nombre, convertiéndose en el terrible dios del mal, Juracán. Juracán movía los vientos. A veces los movía con tanta fuerza que destruían la obra de Yucajú. Arrancaba los árboles y mataba a los animales. Locuo ya no se sentía tan contento, pues tenía medio. Ya no podía gozar tanto de las bellezas de la tierra. Además de enviar vientos fuertes, Juracán hacía temblara la tierra. Esto era uno de sus juegos favoritos. En uno de los temblores más fuertes dividió el continente americano. Así se formaron las Antillas. Pero Locuo continuó viviendo en la tierra y Yucajú creó otros dioses para ayudarlo. Locuo aprendió a hacer imágenes de estos dioses que él llamaba cemíes. Yucajú le dio a Locuo el fuego y así aprendió a cocinar sus comidas. Aprendió a hacer el casabe de la yuca. Pero Locuo vivía solo en la tierra. Un día, se sintió inspirado a tanta belleza que había en la naturaleza, y se abrió el ombligo, dando paso a dos criaturas que eran como él. Eran un hombre y una mujer. El hombre se llamó Guaguyona, y la mujer Yaya. Y los hijos y nietos de Guaguyona y Yaya poblaron la tierra. Pero los descdendientes de Giaguyona y Yaya sufrieron mucho porque Juracán mandaba inundaciones y vientos fuertes. Y mandaba los espíritus malos, que causaban problemas en la vida diaria de los hombres. Los espíritus rompían las canoas en el río, tiraban piedras sobre las casas, y escondían la pelota con que se jugaba. Y causaban también enfermedades y problemas entre los hombres. Así se explicaron los taínos los fenómenos de la naturaleza y el origen del bien y del mal. Los caribes, que llegaron desde otras islas al sureste de Puerto Rico, eran malos. Eran feroces guerreros que en sus ataques destrozaban las aldeas taínas y se llevaban a las mujeres. Los taínos los consideraban agentes de Juracán.
Y si Juracán mandaba a los caribes, tal vez Yucajú mandaría gente buena para ayudar a rechazar los caribes. Así, cundo llegaron los españoles a Puerto Rico, los taínos sin duda pensaron que éstos eran los que Yucajú mandaba. Y se equivocaron.
A la derecha: Arte de los taínos de Juracán
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